Algunos niños van a presentar una serie de dificultades en su socialización a consecuencia de unas relaciones no adecuadas con los grupos sociales en los que se integran.
El padre puede tener un tipo de personalidad que dificulte el desarrollo del niño.
Padre ausente: No toma decisiones, hay una dimisión del papel del padre que entraña alteraciones por defecto de autoridad, no participa en las actividades familiares: Puede desaparecer bien porque la madre esté demasiado presente, porque se sienta incapaz de tomar responsabilidades o tenga desinterés. En ambos casos no se siente seguro el niño.
Padre rígido: La rigidez se caracteriza por un hipermoralismo, exagerado sentido del deber, dominio en minutos del horario cotidiano. Quiere que su hijo sea como él, que llegue hasta donde llega él y mejor que él y se supere así mismo constantemente, y alcance metas por él fijadas, con exagerada sumisión a las normas impuestas por él.
Padre cruel: La crueldad y el odio son más frecuentes en el padre que en la madre. Ambos se caracterizan por un exceso de autoridad, imposiciones arbitrarias, crueldad moral, castigos crueles y desorbitados.
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