Cómo no abandonar un curso On-Line

En pleno Siglo XXI, la tendencia al uso y adecuación de las nuevas tecnologías a los diferentes ámbitos de la vida diaria son cada vez mayores, como ejemplo de este fenómeno podemos citar: “lo que antes requería de una buena destreza manual, lápices, rotuladores, gomas de borrar, etc., además de conocimientos básicos de dibujo técnico para diseñar un plano, ahora ya no es necesario, solo se requiere de un ordenador con unas características mínimas y un software (Autocad) para hacer cualquier plano o diseño, dejando de lado las grandes mesas de dibujo y demás enseres, para reemplazarlos por una mesilla donde apoyar un ordenador portátil y trabajar en el más preciso diseño”.



Uno de los fenómenos más acuciados sobre esta tendencia, a la automatización e informatización, lo marca el incremento desmedido de estudios (tanto formales como no formales) a través de Internet, lo que facilita que cada quien pueda adecuar a su disponibilidad horaria el mejorar su Currículum, eliminando así la excusa de la falta de tiempo para estudiar y para prepararse para un mercado cada vez más competitivo.

Ahora bien, esta nueva forma de estudio, que tiene como herramienta principal Internet, cuenta con seguidores y detractores en proporciones iguales.


Hay quienes sostienen que comenzar un curso a través de Internet es fácil, lo difícil es acabarlo; según los últimos estudios si el curso es gratuito, un 90% abandona antes de llegar a la mitad, mientras que en los cursos de pago sólo un 30% abandona. Es entonces cuando debemos plantearnos ¿Por qué hay tanta deserción?, o lo que es lo mismo ¿qué aspectos influyen para culminar satisfactoriamente un curso On-Line?

Analizando los diferentes elementos que intervienen en el abandono o culminación de un curso On-Line, podemos enumerar:
  1. Disponibilidad de material físico: Hoy en día es difícil encontrar a alguien que no disponga de un dispositivo (Ordenador de sobremesa, Portátil, tablet, teléfono inteligente, etc.) para conectarse y navegar por internet. Incluso los hay quienes compran nuevos equipos con toda la ilusión para no tener incidentes a la hora de hacer uso de los diferentes elementos (Chats, video streams, vídeos, videoconferencia, campus virtual, etc.) de que dispondrá para la realización del curso.


  1. Factor humano: Inicialmente el principal motivo para decidirse a hacer un curso son los propósitos de fin de año, o el temor a perder el empleo y poder disponer de otra alternativa en caso de que suceda, o simplemente para cambiar o conseguir un empleo, que le permita disponer de más tiempo libre. En cualquier caso el entusiasmo inicial, a veces, impide analizar objetivamente lo que implica emprender este camino formativo, por ello vamos a exponer algunos puntos a tener en cuenta a la hora de decidir hacer un curso a través de Internet.



  • Matricularse en un curso a la vez: Hay quienes ante el entusiasmo inicial, y la disponibilidad de un buen número de cursos gratuitos (Moocs = Cursos abiertos masivos On-line) se matriculan en varios cursos a la vez, mostrando una actitud bastante ambiciosa y poco realista; pero al cabo de unos pocos días la realidad se hará cargo de mostrarle su error, ya que se encontrará en un callejón donde el tiempo es escaso y las asignaturas muchas. Recordemos que uno de los motivos para hacer el curso es la poca disponibilidad de tiempo.

  • Planificar el tiempo de estudio: Otra de las causas que favorecen la deserción de los cursos On-Line suele ser un optimismo exagerado unido a la falta de planificación, sobre todo cuando descubrimos que el tiempo requerido para sacar el curso adelante es mayor del que imaginamos, y esto puede deberse también a la ambigüedad en la información suministrada por quienes ofertan estos estudios, ofreciendo una flexibilidad y adaptación al estilo de vida de tod@s; y no nos percatamos que aunque se trate de estudios que no exigen una asistencia diaria a clases, si que es necesario planificarse el tiempo libre semanal, como si se tuviese que asistir a clases presenciales; ello creará un hábito de estudio, que hasta el momento puede ser inexistente si hace mucho que no estudiamos, y favorecerá llegar al final de la meta trazada.

  • Evaluar el nivel y contenido del curso elegido: Puede que dispongamos de una firme determinación y una voluntad inquebrantable, pero una vez matriculados descubrimos que el curso no era lo que esperábamos, a medida que avanzamos en él, nos aburre cada vez más, ello puede deberse a que le aburre sobremanera ya que estamos por encima del nivel del curso o, por el contrario, estamos por debajo, se requieren de conocimientos previos que no poseemos, y por lo tanto será necesario replantearse el invertir el tiempo en algo de mayor provecho y que se adapte a nuestro nivel. Ignorar los requerimientos previos del curso llevará al cansancio y frustración, bien porque los contenidos son muy profundos para nuestros conocimientos, y por el contrario son muy básicos, como ya hemos comentado anteriormente.
  • Diseño del curso y tecnologías aplicadas: Según declaraciones del Profesor Albert Sangra (Profesor de la Universidad Oberta de Cataluña -UOC-, y experto en enseñanzas On-Line) un curso sólo puede ser atractivo si hay una buena combinación del diseño entre los contenidos, la tecnología y un profesor hábil, que sea capaz de motivar a los alumnos a los que, muy probablemente, jamás les vea las caras”.
Por todo lo antes expuesto, si tenemos en mente comenzar un curso On-Line, y no queremos caer en la tentación del abandono a medio camino, será necesario tomar en cuenta algunas pautas antes de embarcarse en este proyecto:
  • Elije un curso que realmente quieras y/o necesites: Elije un curso que desees, te interese y sea realmente útil para tu curriculum; esto te servirá de motivación en los momentos de debilidad. Si no tienes el hábito para estudiar a través de Internet, no te crees falsas expectativas en cuanto a tu capacidad de concentración, pensando que dedicarás cada día 3 ó 4 horas estudiando frente al ordenador, esta suele ser una de las principales causas de abandono.

  • Evalúa el curso antes de hacerlo: Dentro de la variedad de centros que ofertan formación On-Line, pocos emplean la misma plataforma, el mismo diseño, y la calidad de los profesores también es diferente ; por ello suele ser recomendable antes de decidirse, dar un paseo por la web, y si disponen de Demos, entrar a ellas para comprobar si es lo suficientemente clara como para desenvolverse con soltura en ella, que intuitiva es, ver los vídeos explicativos, los elementos interactivos de que disponga ayuda a tener una idea sobre la dinámica que se habrá de llevar; en fin, conviene conocer todas las herramientas que vas a tener a tu disposición, ya que ello facilitará el que hagas tu curso de forma amena y sencilla.

  • No subestimar el nivel del curso: Es importante conocer los requisitos previos para comenzar el curso, por ejemplo, si el curso indica que deben tenerse conocimientos de dibujo lineal, de por hecho que los necesitará, y más temprano que tarde, le serán necesarios esos conocimientos para seguir avanzando. Pensar que sobre la marcha adquirirá los conocimientos previos que se requieren, es incrementar el nivel de dificultad y las exigencias de tiempo, que no consideró al inicio, ten en cuenta que incorporar la información básica a la vez que se aprenden nuevas materias suele llevar a la frustración y el desánimo, y en un tiempo muy corto terminará por abandonar.

  • Haz los deberes: Pasar por alto los deberes e indicaciones para desarrollar el curso, tendrá como consecuencia un retraso en el curso, además de perder una parte de información, con la consecuentes pérdida de interés y atención, en breve sentirás que te aburres y la idea de abandono comenzará a rondar por tu cabeza.

  • Antes de abandonar, darse un par de semanas: Una persona tarda entre 15 y 20 días en crearse un nuevo hábito; por ello, antes de decidir abandonar dese un plazo, eso sí, debe ser disciplinado durante ese tiempo. Y para finalizar:

  • Elabore un plan de estudios y cúmplalo: Diseñar un horario de estudio, en base a las horas libre de que disponga realmente, es una buena forma de comenzar, pero recuerde, realismo ante todo, dentro de la jornada diaria debe tenerse en cuenta no solo las horas laborables, también el tiempo que tarda en ir de casa al trabajo y viceversa, así como el tiempo dedicado a la familia/hijos (si los tiene), amigos, es decir, concilie su vida laboral, familiar y social, con los estudios. Si sabe organizarse bien, podrá cumplir con cada uno de ellos. Y al principio, durante la etapa de adaptación y creación del nuevo hábito de estudio, comience por períodos no muy largos, por ejemplo, una hora al día de lunes a viernes, suele ser una buena media, hasta que haya adquirido y fijado el hábito de estudiar.

Tomar decisiones precipitadas sólo lleva al fracaso temprano, por ello, evalúe sus opciones antes de tomar la decisión, y esté realmente motivado a hacerlo.

Evelyn Hernández Parra

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