EL REFORZAMIENTO POSITIVO


        El reforzamiento positivo consiste en administrar una recompensa cuando se ha producido una conducta determinada. El premio recibe el nombre de reforzador.


       Se trata específicamente de reforzar la aparición de conductas adecuadas con algo que tenga mucho valor para el niño, ya sean objetos físicos como caramelos, juguetes, etc., o bien conductas de los padres o educadores, tales como pasear, salir al jardín, ir al zoo, etc, haciendo siempre mención expresa de la conducta que ha motivado el premio.


         La administración de estos reforzadores debe ser escasa y ante relaciones de auténtico valor por parte del niño.


         De un valor extraordinario puede catalogarse el refuerzo verbal de los padres, que consiste sustancialmente en la alabanza ante conductas adecuadas. Más valor tendrá este sistema cuanto mayor sea la autoridad moral de la persona que dispensa el refuerzo.


         Un alternativa que puede ser más utilizada es el estímulo o alabanza verbal ante conductas satisfactorias delante de los demás niños de la clase. Para tener una verdadera validez estas recompensas deben ser entregadas inmediatamente después de la conducta, sin demora, ya que se perdería el valor reforzante.


 

Joaquín Tesón

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