LOS IMPULSOS DEL DOMINIO

         Los impulsos sirven de motor a toda la actividad del ser humano y llevan aparejada la puesta en marcha de estados de ánimo, al mismo tiempo que ellos se encuentran influidos y dirigidos por tales sentimientos.



         Las principales características de los impulsos en los primeros años de la infancia se derivan de dos factores. Por una parte, los impulsos son más primarios al no haber habido tiempo de creación de impulsos secundarios o derivados de otros anteriores.


         Por otra parte, la incapacidad o poco desarrollo del poder de inhibición de los impulsos, ya sea voluntaria o subconsciente.


         El interés y la curiosidad aparecen hacia los 2 ó 4 meses de vida, al intentar coger un objeto echando sus brazos hacia él. Estos impulsos serán permanentes durante toda la infancia, sobre todo hacia aquellas cosas que pueden llamar su atención, pero su máxima manifestación externa es hacia los 3 ó 4 años, edad del ¿por qué?.


       El egoísmo es un impulso que aparece a temprana edad, pero el niño no es ningún tirano egoísta. Hay que saber distinguir entre el impulso positivo y el defecto del egoísmo. El primero consiste en tender a satisfacer sus necesidades e intereses sin alcanzar a comprender las necesidades e intereses de los demás, mientras que el defecto del egoísmo busca su propia satisfacción aún sabiendo lesionados los intereses de los otros. El niño no alcanza a comprender la existencia de otros mundos individuales como el suyo, ni conoce los intereses de los demás.


       Es al llegar a la edad escolar cuando se pone en contacto con otros mundos como el suyo y llega a comprenderlos; sólo entonces se podrá ya hablar del defecto del egoísmo.



       Otro impulso es la tendencia a valerse por sí mismo o a la autonomía. Este comienza a manifestarse cuando el niño empieza a caminar. Entonces intenta hacer las cosas por sí mismo y le molesta que se interfiera en sus actividades. Esta crisis de autonomía suele desaparecer al comenzar a frecuentar el parvulario, para volver a buscar más los cuidados maternos, pero aparece hacia la prepubertad y sobre todo en la pubertad.

Comentarios