Comportamiento del cachorro de perro
Uno de los errores más frecuentes que se comenten a la hora de educar un cachorro es intentar educarlo como si se tratara de un niño pequeño. No debe juzgarse al cachorro según los estándares humanos, aunque algunas teorías del comportamiento tengan su base en las establecidas para personas, a un cachorro se le deberá juzgar según estándares caninos.
El comportamiento del perro tiene diferentes orígenes, el primero de ellos se fundamenta en su herencia genética, la cual lo prepara para vivir en manada, siguiendo unas conductas sociales y jerárquicas. Dentro de la manada existe una estructura jerárquica, y cada individuo ocupa un puesto determinado en función de su rango; y dicho rango lo determinan entre los miembros de la manada, de acuerdo a sus características de dominancia y sumisión.. Uno del rango superior domina a uno del rango inferior y solo el "jefe de la manada" domina a todo el grupo.
Es importante tener claro que cuando un cachorro entra a formar parte de la familia ésta se convierte en su "manada". Y, a partir de cierto momento, generalmente entre los 6 y 14 meses el cachorro intentará escalar "puestos" en la manada, negándose a obedecer ciertas órdenes, gruñendo cuando nos acercamos a su comida o cuando intentamos sacarle algo de la boca, etc.; aunque algunos perros muy dominantes pueden manifestar conductas dominantes ya a partir de los dos meses de edad.
Se debe frenar a tiempo este tipo de comportamiento "sometiendo" al animal rebelde ya que si se le disculpa con frases del tipo: "pobrecito no sabe lo que hace", "no entiende lo que le digo", o "es que es como un niño pequeño”, “pobre, ya aprenderá”; el cachorro estará ganando puntos de dominancia y seguirá escalando posiciones para convertirse en el líder de la manada.
Este comportamiento condescendiente, frecuente en muchos nuevos dueños de perros, supone una enorme equivocación ya que puede llegar al punto de extenderse a todos los aspecto de la convivencia, afectando de forma negativa la relación humanos-perro.
Lo primero que todo dueño de mascota debe entender es que “el sometimiento” y la educación temprana no hace sufrir al perro. Es simplemente llevar a cabo una actuación propia de la manada y una forma de decirle al cachorro: “mi rango es superior al tuyo y por lo tanto no acepto tu mal comportamiento”. Así se ganará el respeto del cachorro y se le dejará claro cual es su posición en la jerarquía de la familia-manada.
A la menor señal de agresividad o de dominancia todos los miembros de la familia deberán demostrarle su superioridad, a través de cualquiera de las diferentes estrategias que existen. Pero es importante ser consecuentes con las actuaciones y enseñanzas a un cachorro, so utilizando el mismo castigo para todo lo que se quiera corregir; por ejemplo, la técnica de sometimiento, solo se debe reservar para estos casos en concreto (signos de agresividad y dominancia), y en ningún caso debe usarse para castigar el perro cuando se comporta mal en otras circunstancias.
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