A menos que nuestras mascotas padezcan problemas de otitis frecuentes o crónicas, no es necesario limpiar los oídos de los perros y gatos muy seguidos; bastará con limpiarlos cada vez que los bañes.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que los perros son más propensos que los gatos a sufrir otitis; esto es debido a que su canal auditivo es profundo y tiene un ángulo recto que le da una forma de “L”; lo que impide que el oído tenga una buena ventilación y favorezca la acumulación de secreciones en el fondo.
Hay determinados factores que tienden a aumentar la humedad dentro del canal y favorecen aparición de hongos y bacterias que infectan el oído. Por ejemplo: Las orejas grandes y caídas, como en los Cockers o Basset hound o los canales auditivos muy peludos, como en los Caniches. En este tipo de animales, es necesario realizar limpiezas de forma más frecuente, así se previene la aparición de otitis, o en caso de que aparezcan, podremos detectarlas a tiempo.
Tal como hemos comentado anteriormente, la forma de “L”, en el conducto auditivo de perros, hace que se acumulen una mayor cantidad de secreciones en el fondo de la “L”, por lo que no se aconseja usar bastoncillos para limpiarlas; ya que su uso en lugar de eliminar dichas secreciones solo conseguiremos empujarlas más adentro.
En el mercado existen algunos productos elaborados especialmente para la limpieza de los oídos de perros y gatos, consulta con tu veterinario para que te recomiende el que mejor se adapte a tu mascota. Estos líquidos contienen siempre un antiséptico y se les suele agregar algo para disolver las secreciones o un acidificante para crear un medio inhóspito, que impedirá la proliferación de hongos y bacterias.
Si durante la limpieza, de los oídos de tu mascota, notas que las secreciones tienen un olor muy fuerte, como a rancio, o son más abundantes de lo normal, puede ser un signo de que estamos en presencia de una otitis (infección de los oídos).
Otros síntomas que debemos tener en cuenta y que son indicativos de infecciones en los oídos, es que nuestra mascota se muestre muy molesto (por el dolor que esta inflamación provoca), o también puede que tu perro llore, o que sacuda fuertemente la cabeza varias veces al día, que frote sus orejas contra la alfombra o alguna superficie rugosa o que se rasque detrás de las orejas con sus patas traseras., etc.; y, Ante cualquiera de estos signos, debemos llevar a nuestro perro al veterinario para que realice una revisión profunda y nos indique qué medicamento usar para curarlo.
El tratamiento suele consistir en la aplicación de gotas para tratamientos óticos, cada 12 horas durante 7 a 15 días, según el caso y la evolución. Las gotas para perros y gatos tienen una combinación de antibiótico, antimicótico y antiinflamatorio. La fórmula es diferente de las que se usan para humanos, de modo que no intentes tratar a tu mascota con estas porque no le servirán.
Si durante la limpieza, de los oídos de tu mascota, notas que las secreciones tienen un olor muy fuerte, como a rancio, o son más abundantes de lo normal, puede ser un signo de que estamos en presencia de una otitis (infección de los oídos). reclamajusticia.es/quienes-son-los-borbones/
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