LOS PADRES COMO PRIMEROS EDUCADORES

                                       


Los adultos deben reconocer la importancia del rol que cumplen los padres como los primeros educadores y formadores de sus hijos; hay que potenciar ese rol y ponerlo en relación con algunas de las etapas cruciales de la vida de los hijos, como son los años preescolares y los primeros años de su ingreso en la escuela.

Habría que familiarizar a los grupos destinatarios, en este caso los padres, con algunos de los temas recurrentes de la psicología y de la pedagogía, en torno al desarrollo infantil y los problemas involucrados en sus primeras relaciones con la escuela, puestos en un lenguaje y un contexto compatible con los códigos de entendimiento y conducta de esos grupos.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, se hace necesario que los padres estén formados para desarrollar ciertas estrategias con sus hijos, para lo cual necesitamos las Escuelas de Padres.

El objetivo de las Escuelas de Padres es darles una formación con el objeto de que tomen conciencia respecto al papel que han de desempeñar como educadores permanentes de sus hijos, y que esta responsabilidad no termina cuando empiezan a ir a la escuela.

Además es importante formarles en los principales problemas que afectan al niño al atravesar las diversas etapas evolutivas.

En lo referente a la programación de los temas a tratar, debe hacerse teniendo en cuenta los intereses de los padres, ya que de lo contrario podría provocar la pasividad de éstos al no considerar los temas relevantes.

Con los adultos no resulta eficaz el procedimiento de someterles a lecciones brillantes. La conferencia habitual no es eficaz, debe reservarse sólo para temas informativos.                                                   

          Como metodología utilizaremos:

  • Mesa redonda: Los componentes de la mesa tiene un tiempo limitado para hablar sobre un tema, no dan normas ni emiten juicios de valor, sino que exponen los hechos desde la dimensión de su especialidad. El que escucha se ve impulsado a formar un criterio personal. Favorece la reflexión y el diálogo.

  • Ciclos de trabajo sobre temas monográficos: Pueden seleccionarse temas para ser estudiados en varias sesiones de trabajo.

  • Sistema Philips 66: Al finalizar la exposición del tema es interesante que se reúnan todos los participantes en grupos de 6 personas durante 6 minutos para hacer un resumen de las aportaciones o condiciones de trabajo.

  • Estudio de casos: La representación de casos particulares a discutir entre todos puede resultar interesante, pero hay que evitar que se saquen conclusiones generales de casos particulares.


Joaquín Tesón.

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