La música, sobre todo la música clásica, aporta muchos beneficios para el/la niñ@, ya que tiene una gran importancia en su desarrollo intelectual, auditivo, sensorial y motriz.
Las distintas investigaciones realizadas sobre el efecto de la música en el cerebro infantil revelan que ésta provoca una activación de las zonas implicadas en el procesamiento espacio-temporal.
Zoltán Kodály (1882-1967) compositor y gran pedagogo, señala que el sonido y la música son innatos al ser humano y se presentan en los primeros meses de vida. Shin'ichi Suzuki (1898-1998) violinista y pedagogo musical japonés, creador del Método Suzuki para el aprendizaje musical, hace hincapié en que el niño ya es sensible a los sonidos en el vientre de la madre.
Los niños son receptores de todo tipo de estímulos y al sentir la música de una forma tan intensa, puede ejercer una influencia muy poderosa y positiva, siempre que hagamos un buen uso de ella.
La música representa un papel muy importante en el proceso enseñanza y aprendizaje de los alumnos, por lo que, tanto los educadores, las instituciones educativas y los padres deben conocer los alcances y beneficios de la música en los niños como parte importante de la Educación.
A través de un estudio llevado a cabo en EE.UU. se comprobó que quienes tenían algún tipo de educación musical obtenían mejores notas en los exámenes de acceso a la Universidad.
La música en la Educación Infantil ayuda al desarrollo integral de capacidades ya que su principal objetivo es el desarrollo integral de la personalidad del niño.
Antes de llegar a la escuela, las vivencias musicales de los niños se centran en lo que ocurre en su casa. Estas vivencias musicales hacen que exista una importante diferencia entre los niños que llegan a la Educación Infantil; aquellos que han tenido relación con la música a través de juegos y canciones compartidas con su familia, la audición de música clásica (en el vientre materno), y después de nacer, los juegos en los que la música está presente y aquellos que hayan asistido a conciertos, participan activamente en la clase, aprenden con rapidez las canciones, se mueven rítmicamente, les gusta crear letras de canciones. Sin embargo, aquellos que tienen su primer contacto con la música cuando llegan a la escuela, son en un principio más reacios a participar en las actividades, les cuesta trabajo memorizar las canciones y se sienten incapaces de expresarse espontáneamente, sintiéndose menos participativos y más inseguros. A través de la interacción musical con el Educador y con los demás niños, esta inseguridad irá disminuyendo conforme vaya avanzando el curso.
Joaquín Tesón
Las distintas investigaciones realizadas sobre el efecto de la música en el cerebro infantil revelan que ésta provoca una activación de las zonas implicadas en el procesamiento espacio-temporal.
Zoltán Kodály (1882-1967) compositor y gran pedagogo, señala que el sonido y la música son innatos al ser humano y se presentan en los primeros meses de vida. Shin'ichi Suzuki (1898-1998) violinista y pedagogo musical japonés, creador del Método Suzuki para el aprendizaje musical, hace hincapié en que el niño ya es sensible a los sonidos en el vientre de la madre.
Los niños son receptores de todo tipo de estímulos y al sentir la música de una forma tan intensa, puede ejercer una influencia muy poderosa y positiva, siempre que hagamos un buen uso de ella.
La música representa un papel muy importante en el proceso enseñanza y aprendizaje de los alumnos, por lo que, tanto los educadores, las instituciones educativas y los padres deben conocer los alcances y beneficios de la música en los niños como parte importante de la Educación.
A través de un estudio llevado a cabo en EE.UU. se comprobó que quienes tenían algún tipo de educación musical obtenían mejores notas en los exámenes de acceso a la Universidad.
La música en la Educación Infantil ayuda al desarrollo integral de capacidades ya que su principal objetivo es el desarrollo integral de la personalidad del niño.
Antes de llegar a la escuela, las vivencias musicales de los niños se centran en lo que ocurre en su casa. Estas vivencias musicales hacen que exista una importante diferencia entre los niños que llegan a la Educación Infantil; aquellos que han tenido relación con la música a través de juegos y canciones compartidas con su familia, la audición de música clásica (en el vientre materno), y después de nacer, los juegos en los que la música está presente y aquellos que hayan asistido a conciertos, participan activamente en la clase, aprenden con rapidez las canciones, se mueven rítmicamente, les gusta crear letras de canciones. Sin embargo, aquellos que tienen su primer contacto con la música cuando llegan a la escuela, son en un principio más reacios a participar en las actividades, les cuesta trabajo memorizar las canciones y se sienten incapaces de expresarse espontáneamente, sintiéndose menos participativos y más inseguros. A través de la interacción musical con el Educador y con los demás niños, esta inseguridad irá disminuyendo conforme vaya avanzando el curso.
Joaquín Tesón
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