Tener una mascota no solo implica
tener un compañero de juegos o alguien que me haga compañía en casa; no…
Tener una mascota implica una
serie de responsabilidades que se adquieren en el mismo instante que se decide
llevarla a vivir con nosotros; es un ser vivo indefenso que dependerá de
nuestro cuidado y dedicación para su alimentación, su higiene y su salud.
Estos momentos (alimentación,
baño, cepillado, juego, etc.) son ideales para estrechar lazos con nuestra
mascota, el vínculo amo-mascota se
fortalece cada vez que llevamos a cabo actividades donde el contacto físico
está presente.
Hoy hablaremos de la higiene, o
mejor dicho de uno de los aspectos relacionados con su higiene: “el cuidado de su pelo”. A la gran
mayoría de los perros les encanta ser cepillados y peinados. Según la raza y el
tipo de pelo del perro, habrá que cepillarlo más o menos veces por semana, sin
embargo, hay dos épocas del año en la que todos los que tenemos mascotas hemos
sufrido la muda del pelo, incluso en ocasiones alguno de vosotros ha acudido al
veterinario desesperado/a buscando una solución porque creéis que en breve se
quedará calvo de tanto pelo que se le cae.
Bien, no tenéis nada de que
preocuparos, es normal que nuestra mascota realice la muda de su pelo; es un
simple proceso de “adaptación
climatológica”. Si os fijáis la muda se realiza 2 veces al año coincidiendo
con la primavera (preparándolo para el verano) y otoño (para dar cabida al pelo
para el invierno), y es en estas fechas que el cepillado cobra protagonismo, y conviene cepillar a nuestra mascota a diario, así no solo le liberaremos de los molestos pelos muertos, sino que reduciremos la cantidad de pelos esparcidos por toda nuestra casa.
Es importante destacar que, a esta
generalidad, debemos mencionar las excepciones; hay algunas razas que (por
suerte para sus amos) prácticamente no experimentan ese cambio/muda de pelo, y otras
realmente no lo hacen; nos referimos a razas como el Bichón Maltes y los Terriers
que apenas mudan el pelo y, por ejemplo, el Caniche que nunca lo muda; sin
embargo también deben cepillarse frecuentemente si queremos que mantengan su
brillo y belleza.
Tanto perros como
gatos poseen una característica propia de cada raza: “el manto”; en ambas
especies se divide en: largo, corto, grueso, fino, pelo y lana; y dependerá del
tipo de manto que tenga nuestra mascota que se deberá elegir el cepillo o peine,
ya que no todos los cepillos pueden emplearse en todas las mascotas.
Por ejemplo, a los perros de pelo
corto y duro, les viene bien el uso de manoplas para cepillarlos
A los ovejeros alemanes, labrador
o husky, bastará con cepillados enérgicos y profundos con manoplas o cepillos
de cerdas naturales para eliminar el pelo muerto.
A los perros de pelo semilargo,
liso, sedoso y abundante, con aspecto brillante y muy suave. Ejemplo: Cocker,
galgo, setter, etc.; podemos cepillarlos
regularmente con una carda o un cepillo de púas, ya que no es un pelo difícil de
mantener el de estos especímenes. Eso si, durante las épocas de muda es
conveniente usar un rastrillo de púas metálicas.
Los perros con pelo largo (ejemplos:
Collie, pastor belga, samoyedos, etc.), tienen una cobertura larga, lisa y
brillante; entre sus características tenemos que es un pelo doble, con una base
de pelo muy densa y más largo en la zona trasera de las orejas, axilas, parte
posterior de los muslos y en la cola; este tipo de pelo es el más difícil de
mantener, ya que requiere cepillados muy frecuentes para evitar los enredos. Para
cepillarles podemos usar una carda y para peinarlos un peine de púas
metálicas. Hay también peines
específicos para eliminar el pelo muerto para pelo largo, pero si por
descuido o falta de tiempo no hemos podido cepillar a nuestra mascota con la
frecuencia necesaria, comenzaremos a ver como aparecen nudos de diferentes
tamaños. Si los nudos son escasos podemos deshacerlos usando un corta nudos, y
a continuación cepillar como de costumbre.
Y para finalizar este resumen,
haremos mención a los perros de pelo rizado (bichón frisé, caniche, perro de
agua español, etc.), básicamente este tipo de manto carece de la capa de subpelo que tiene la
mayoría de razas, ya que el pelo crece en continuos bucles, que cubren todo el
cuerpo. Contrario a lo que muchos creen, este tipo de pelo necesita de
mantenimiento constante, así se evitaran los enredos y nudos, y lo mejor para
cepillarles y mantener en buena forma sus preciosos bucles es usar un cepillo
de púas de mantequilla o un peine de púas metálicas.
Lo que sí está claro es que,
independientemente del tipo de pelo que tenga nuestra mascota, para mantenerle
un pelo y piel sano, libre de parásitos externos, el cepillado es el gran
aliado, ya que, además de mantener limpias a nuestras mascotas, es un
momento que deben disfrutar tanto el
dueño como el animal, mientras estrechan su vínculo.
Evelyn Hernández
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