Es la falta de control de
la defecación que se produce de forma involuntaria después de la edad en que se
considera adquirida. Debe darse una vez mensual al menos a partir de los 4
años.
Ha de eliminarse la
existencia de una causa orgánica; si hay una base orgánica se habla de
incontinencia fecal, por ejemplo en los casos de obstrucción intestinal,
esquizofrenia infantil, retraso mental, autismo infantil, etc.
Dado que en nuestro medio
sociocultural el control se realiza alrededor de los 3 ó 4 años, es a partir de
esta edad cuando puede hablarse de encopresis funcional.
Se distingue entre
encopresis diurna (la más frecuente y se produce durante el día), nocturna (el
niño sólo se ensucia cuando duerme) y mixta (tiene lugar durante el día y la
noche).
El perfil psicológico del
encoprético se caracteriza por los siguientes rasgos: docilidad, baja
tolerancia a la frustración, hiperactividad y bajo nivel de atención y de
coordinación motriz.
La encopresis se da en un 1´5 % de la población
infantil.
El conocimiento de estos
problemas por parte de los compañeros puede condicionar, además, un
comportamiento de evitación social, baja autoestima, sentimientos de culpabilidad
y disminución del rendimiento escolar.
Joaquín Tesón
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