Las reglas generales con
las que se puede alimentar a un niño de cualquier edad de una manera natural y
simple en condiciones de normalidad son:
◊
Respetar el apetito del niño y las variaciones fisiológicas que pueda presentar
del mismo, pero sin admitir la elección de los alimentos y horario a su
capricho, ni tampoco los regímenes estrictos a las horas y pesos exactos.
El niño sabe instintivamente la cantidad de
alimento que su cuerpo necesita. Exceptuando el caso de que la falta de apetito
sea crónica o esté acompañada de palidez y aspecto de desnutrición.
◊ La alimentación ha de ser
variada y completa, es decir, que después de la lactancia debe intervenir en la
alimentación gran variedad de alimentos, preferentemente con una periodicidad
semanal.
◊
Se deberá procurar que la alimentación sea equilibrada, esto es, que dentro de
la variedad intervengan en ella principalmente alimentos ricos en hidratos de
carbono, grasas, proteínas en las proporciones justas, así como vitaminas,
minerales y agua.
◊ La alimentación deberá
adaptarse a la capacidad digestiva del niño. Hacia los 4 años aproximadamente
puede comer lo mismo que el adulto, pero es aconsejable prescindir de especias
y salazón.
Joaquín Tesón.
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