EL LLORO DEL NIÑO


El llanto es la única forma de comunicación del recién nacido. Significa una llamada de alerta sobre hambre, calor, frío, dolor o molestias del vestido.


Por tanto es el único lenguaje que posee el niño. La madre pronto aprenderá a distinguir entre sus lloros.

El llanto de hambre es muy diferente del de dolor, miedo, aburrimiento o malestar. Como el niño es incapaz de cambiar alguna de estas cosas, ha de llorar para llamar su atención.


El llanto infantil es una fuerte llamada emocional que a los adultos les cuesta resistir. Incluso la irritación que éstos sienten ante el llanto insistente es señal de que llega el mensaje.

Si el llanto no se presenta en los primeros días hay que acudir al pediatra ya que puede haber una patología (lesión cerebral). También puede ser anormal o patológico si es continuo, con gran irritabilidad, a pesar de estar satisfechas sus necesidades.

Hay grandes diferencias individuales por lo que respecta al llanto. Tendremos niños “pacíficos” que lloran cuando tienen necesidades y se calman al satisfacerlas; y por otro lado, los inquietos que lloran espontáneamente y sin parar, siendo muy difícil que se calmen.

Cuanto antes se responda a los lloros del recién nacido, tanto más seguro se sentirá.

Joaquín Tesón.

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