Por qué debemos vacunar a los niños


La crianza de un niño implica que haríamos todo lo necesario para ayudarlo a crecer sano. Hay peligros para el niño que podemos ver, pero hay otros que no se pueden ver y que pueden causar enfermedades graves, discapacidades e incluso la muerte del niño.

Las vacunas nos dan el poder de proteger al niño contra 14 enfermedades infantiles graves. Son uno de los principales logros de salud pública porque han reducido o incluso eliminado muchas enfermedades. Gracias a las vacunas, la mayoría de los padres jóvenes nunca ha visto los efectos devastadores que las enfermedades como la poliomielitis, el sarampión o la tosferina pueden tener en un niño, una familia o una comunidad. Se puede pensar que estas enfermedades pertenecen al pasado, pero todavía existen.


Si un niño contrae una de las enfermedades que se pueden prevenir con vacunas, es posible que deba faltar a la guardería o a la escuela por varios días o semanas; perder tiempo de trabajo para atender a un hijo enfermo puede ser una carga financiera para la familia. Muchas de estas enfermedades también pueden causar discapacidades duraderas que generan cuentas médicas costosas y requieren atención a largo plazo.

Las investigaciones demuestran que los niños que se vacunan visitan menos al médico y tienen menos hospitalizaciones. Las enfermedades serias atacan a los pequeños y débiles; inmunizamos a los niños pequeños contra las enfermedades porque son los más vulnerables a las enfermedades que ponen en peligro sus vidas.

Las enfermedades como el sarampión y polio se han transformado en cosa del pasado; gracias a las vacunas se han reducido los casos de polio en un 99% y los de sarampión en un 74%.

Actualmente, muy pocos padres han visto o experimentado estas enfermedades. Las vacunas ayudan a que continúe siendo así.



Joaquín Tesón.

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