LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO EN EQUIPO EN AUXILIAR DE ENFERMERÍA


Gran parte de la vida profesional, los enfermeros la emplean prestando cuidados conjuntamente con todo el equipo de enfermería y el resto del equipo de salud. Para ello, deben tener claro su objetivo y no verse como rivales en el acto de cuidar a los pacientes. Al mismo tiempo, este cuidado se hace cada día más complejo y requiere cada vez más de la colaboración eficaz entre los profesionales.
Como en otras muchas profesiones, el valor individual de estos profesionales se ve potenciado por aquello que puede conseguir en tanto en cuanto colabora con un conjunto de compañeros. La carga de trabajo del Auxiliar de Enfermería no es en ningún caso baladí y, por eso, tiene que ponerse en valor la necesidad de trabajar en equipo para que las potencialidades de cada uno saquen lo mejor del grupo. Pero, como es evidente, este flujo de trabajo debe atender a determinados criterios que persigan determinados objetivos.

Cuatro de esos elementos que hacen del trabajo en grupo una de las principales fortalezas de estos trabajadores de la salud son:
–    Objetivo común: Pese a que en otros ámbitos laborales este objetivo puede ser más subjetivo e, incluso algo difuso, en el caso de los Auxiliares de Enfermería es objetivamente identificable, todos a una persiguen el cuidado óptimo del paciente que requiere de su ayuda, y de su coordinación puede depender qué se cumpla en gran medida.
–    Comunicación: Para alcanzar ese objetivo común es imprescindible que todos los involucrados en alcanzar esa meta compartan el flujo comunicativo que responda a una lógica que todos entiendan como el mejor camino a alcanzar las cotas más elevadas de atención al paciente. Una comunicación constante y fluida puede colaborar en este proceso.
–    Clima psicológico: El hecho de trabajar en equipo no implica uniformidad de caracteres. Esta circunstancia, el de saber hacer conjugar formas de pensar, de actuar y de reaccionar ante diferentes situaciones puede potenciar el trabajo grupal.
–    Control emocional: Por último, la naturaleza del trabajo de los auxiliares de enfermería, por su cercanía con los pacientes y las circunstancias adversas por las que pasan, hace que indefectiblemente se vean anímicamente afectados. Es por eso que, la posibilidad de apoyarse unos en otros y de compartir esa parcela del trabajo potencien el trabajo en equipo, que revertirá en una mejor atención al paciente.
En ámbitos laborales en los que interviene la salud, el trabajo en equipo, y saber cómo gestionarlo, es esencial. Por eso es importante que la semilla de este se ponga desde el mismo proceso de formación de las personas que eligen esta profesión.
¿Qué podemos ofrecer de nosotros al momento de gestionar o formar parte de un equipo de enfermería? Apoyo mutuo, aspiraciones comunes, preferencias, actitudes y estilos diferentes pero compatibles, comprender e identificarnos con los objetivos de la institución, tener unidad de acción, consultarnos para que la resolución de problemas sea efectiva, proveer un clima propicio y, por último, como base de todo lo que citamos previamente, objetivos y valores.

Es muy importante que el equipo comprenda y se identifique con la misión, los valores y los objetivos de la organización, puesto que estos son los elementos que dan unidad para la acción.

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Cristina Serrano Aguado

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