El llanto


El lactante no puede expresarse más que con el llanto. El llanto del bebé es la primera forma de comunicación, es la única 'palabra' con la que él puede expresarse y conectarse con los que están a su alrededor. Todo lo que “diga” a través del llanto es importante.

Los gritos y lloros suelen indicar algo y se debe intentar llegar a descifrar la causa que los provocan. Unas veces por el tono, otras por la frecuencia e intensidad, se podrán llegar a distinguir.


El niño puede llorar por hambre, por sed, por notarse sucio, por tener la ropa muy apretada, por ser muy nervioso, etc.

El niño cuando no se encuentra bien llora. Si llora y se le nota a la vez una actitud extraña, cambia de color y tiene escalofríos, hay que tomarle la temperatura y consultar al médico.

Durante los primeros meses es muy frecuente que los niños se resfríen y tengan infecciones intestinales, en cuyo caso se observará algún otro síntoma además del llanto, como destilación nasal, tos, deposiciones blandas, falta de apetito, excesivo calor, etc.

El llanto puede también ser originado por el dolor de oídos.

Las demás enfermedades son excepcionales y a los llantos les acompañarán otros síntomas más significativos.

Asimismo puede padecer molestias debidas a una leve indigestión o aire tragado durante la comida.

Cuando el niño se sienta indispuesto se le deberá de consolar, pero no se le ha de tomar en brazos cada vez que lloriquea.

Joaquín Tesón



Guardar

Comentarios